La agricultura es una empresa complicada. Los agricultores deben saber cómo sembrar, cultivar y cosechar. Como propietarios de negocios, deben equilibrar los riesgos y las recompensas mediante la reducción de costos, el aumento de ingresos y otros medios. Los agricultores deben ser vendedores, eligiendo sus productos y procesos con base en lo que creen que el mercado demanda, y luego buscar a los compradores. Por encima de todo, los agricultores deben mantener y, si es posible, mejorar su base de activos —el suelo, agua y otros elementos naturales que hacen posible sus cultivos.
En los países del DR-CAFTA, sin embargo, las malas prácticas agrícolas, el uso destructivo de plaguicidas y la deforestación ocurren con el detrimento de los propios recursos en los cuales se basa el bienestar de los agricultores. La degradación del ambiente conlleva una reducción de la calidad del producto y de los rendimientos, y reduce el potencial exportador. Por ejemplo, los productos agrícolas exportados a los Estados Unidos—café, bananos, melones frescos y otras frutas y vegetales—deben cumplir con ciertos estándares, entre ellos, el sanitario. La degradación de los suelos y el agua pone en peligro la satisfacción de los requerimientos del comercio, y, en última instancia, privará a los agricultores de su capacidad para cultivar productos saludables y comercializables.
Además, los efectos de las malas prácticas agrícolas se extienden más allá del agricultor y sus productos: pueden resultar en la pérdida de hábitat de vida silvestre y biodiversidad —singulares activos del DR-CAFTA que, además de ser la base de la industria turística de la región, también son, en muchos aspectos, insustituibles.
Mediante la adopción de mejores prácticas ambientales, los agricultores pueden lograr un mayor rendimiento financiero a través del ahorro de costos y mejora de la calidad de los cultivos, lo cual capta los precios más altos en el mercado. Además, si los productos de un agricultor califican para la certificación ecológica, pueden venderse a precios máximos en los mercados de especialidad.
Para promover la Agricultura Sostenible, nuestro programa trabaja …
- Producción. Para ayudar a los agricultores a adoptar métodos de producción ambientalmente sostenibles, con el fin de preservar su base de activos: Conservación del suelo y agua, manejo integrado de plagas, producción de abono orgánico, diversificación de cultivos y otros métodos
- Vida Silvestre y Biodiversidad. Al mismo tiempo, para promover las prácticas que conservan—o desalentar a las prácticas que dañan—el hábitat de vida silvestre y la biodiversidad en las granjas o cerca de ellas
- Comercialización. Más allá de la producción, para ayudar a los agricultores a comercializar sus productos en el mercado nacional y en el extranjero
- Concienciación del Público. Para aumentar la conciencia pública de la importancia ambiental de la agricultura sostenible
Las actividades del programa en Agricultura Sostenible tienen como resultado un "ganar-ganar": los agricultores ganan más y preservan sus activos generadores de ingresos —especialmente importante cuando las operaciones agrícolas se encuentran en áreas protegidas o cerca de ellas, en corredores biológicos o zonas de amortiguamiento— y el hábitat de la vida silvestre y la diversidad biológica de la región se conservan
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